Entre las empresas extranjeras que, a la vista de la celebración de la Exposición, apostaron por la potencialidad del mercado francés y su condición de puerta de entrada al europeo estuvo la American Bicycle Company (ABC), el mayor fabricante estadounidense de bicicletas. La exportación era la solución para desbloquear la situación de colapso de la industria de la bicicleta en los Estados Unidos vivida durante la última década del siglo XIX y canalizar su sobreproducción.
La Exposición Universal de París fue el escaparate europeo para que estas empresas pudieran mostrar conjuntamente sus modelos de bicicleta. En ese período se enmarcan el cartel publicitario para el mercado francés de las bicicletas Rambler realizado por Lucien Baylac (1851- 1911) en 1898 e impreso por Kossuth, así como el correspondiente cartel de la agencia italiana de importación, con sede en Turín, firmado conjuntamente por Cesare Saccaggi (1868-1934) y Romolo Bernardi (1876-1956), que se imprimió en la Litografía Doyen de Luigi Simondetti de esa misma ciudad.
Tras la Exposición recogió el testigo Reginal Smith, antiguo director del periódico ciclista quincenal L’Industrie Vélocipédique, quien fue el agente comercial exclusivo para Francia de las bicicletas de las marcas Rambler, Columbia Crescent, Cleveland y crawford. En su establecimiento parisino, situado en el número 22 de la avenida de la Grand Armée, podían encontrarse otras marcas foráneas, como la new-howe, fabricada en Glasgow, que se importaba desde 1894, y la también americana waverley, fabricada desde 1893 por la Indiana Bicycle Co. de Indiana. El representante de esta última desde 1896 era Harry Reynaud, para quien Alphonse Mucha realizó en el verano de 1898 el conocido cartel Cycles Waverley, impreso por F. Champenois (fig. 7). El cartel decoró el estand contratado en el 6ème Salon du Cycle et de l’Automobile, celebrado del 16 al 26 de diciembre de ese año en el Palais des Machines del Champ de Mars de París.4 El cartel publicitario de las bicicletas Rambler (fig. 6) fue realizado en 1901 por Cardona, probablemente respondiendo al encargo que Reginald Smith, el director de la agencia de importación, realizó a la imprenta Chaix. Sin embargo, su vigencia publicitaria fue corta: el empresario cerró su negocio en julio de 1903 tras declararse en bancarrota, con seguridad arrastrado por el desplome de ABC en septiembre de 1902 y el cese de la producción de las bicicletas Rambler. Una vez instalado en París, Cardona inició las visitas a las redacciones de numerosas revistas ilustradas para mostrar sus dibujos y a las imprentas de la capital para ofrecer sus servicios como cartelista.
Pau Medrano Bigas